7 de agosto de 2009

MKT vs. RSE Una misma causa…

MKT vs. RSE
Una misma causa…

Autores

Daniela Mendoza Reynols
Harold R. Torrez Meruvia

“Éste es el resultado de un trabajo conjunto, que refleja la fusión de dos perspectivas distintas referentes a una misma temática, por lo que debo agradecer a mi amigo Harold Rolando Torrez Meruvia , por sus contribuciones fundamentales, participación y el tiempo dedicado a éste articulo“


A lo largo de los años el Marketing ha tenido un proceso de cambio e innovación en su aplicación, inicialmente su configuración se desarrolla en la utilización de tácticas estratégicas que satisfagan las necesidades de la población, pero también pretende alcanzar la sostenibilidad y la rentabilidad de las compañías mediante el incremento de la participación del mercado. En este ámbito, es necesario adicionar el concepto de la filantropía, la cual ha evolucionando en el tiempo y forma parte del desarrollo de las personas, quienes a través de la sensibilidad y la empatía realizan actos de caridad, beneficencia, voluntariado y acciones sociales.

En éste sentido, es ineludible referirse a la sociedad, la cual está compuesta por personas y stakeholders que intervienen en los procesos productivos y son parte activa en la toma decisiones empresariales y sociales. Es aquí donde nace el Marketing Social, que gestiona sus líneas de trabajo en la ética y la moral, que vinculadas entre sí permiten comercializar ideas de cambio social para todo el conjunto de la población. Esta herramienta tiene un enfoque renovado, ya que la orientación competitiva y carente de sensibilidad de las compañías, ha pasado a un segundo plano, de tal manera que los objetivos sociales y económicos han engranado de manera perfecta originando nuevas estrategias de relaciones públicas, publicidad y promoción.
La otra cara de la moneda, muestra una realidad completamente distorsionada, ya que la Filantropía Empresarial se ha convertido en una herramienta de conveniencia y de aplicación sencilla, las empresas para sobresalir y ser percibidas desde un enfoque humano muestran su compromiso con las causas nobles a cambio del reconocimiento y el incremento en sus ventas.
El uso desmedido de estas acciones oportunistas promueve el nacimiento de un nuevo modelo de gestión empresarial, cuya finalidad es la generación de valor para el conjunto de los stakeholders, de esta manera se traduce apropiadamente los preceptos estratégicos que soportan toda actividad direccionada en el bienestar común. Es aquí donde nace la RSE, la cual es multidisciplinaria e integra conductas éticas, sociales y medioambientales, su responsabilidad se extiende a empresas, gobiernos y organizaciones civiles, quienes son los impulsores en primera línea para desarrollar los criterios de mejora en la calidad de vida, la sostenibilidad y el compromiso ante la sociedad.

En resumen es fundamental vincular el Marketing, la Filantropía y la RSE, de tal manera que estas respondan a la estrategia global y sean medios de acción que traduzcan las políticas estratégicas hacia un horizonte enfocado en la inversión social. Construir este nuevo paradigma requiere que las compañías den un paso hacia el futuro, y consideren estos elementos como inversiones propias y activos intangibles, para que de esta manera se pueda transmitir a la sociedad el lado humano que tiene toda organización y sea el principio para vivir, sentir y convivir con su entorno.

6 de agosto de 2009

Bolivia, Unitaria y Republicana


No olviden pasar por: http://www.youtube.com/watch?v=2aGiZhu1Dw0
BOLIVIA - Los Kjarkas

Nota del Periódico “ Los Tiempos” 5/08/2009 Fuentes -Periodista Invitado

Bolivia nació hace 184 años con 1 millón de habitantes y una extensión de 2,3 millones de kilómetros cuadrados. Se definió como Estado representativo republicano

Bolivia ocupa el corazón del continente, y en ella chocan y fluyen las corrientes de las naciones que la rodean. Es el gran factor de equilibrio geopolítico en el cono sur y constituye la ruta natural de sur a norte (de Argentina a Perú) y de este a oeste (de Brasil y Argentina a Perú y Chile), o sea del océano Atlántico al océano Pacífico.
El Estado boliviano nació en 1825, pero sus orígenes se remontan a las antiguas culturas andinas así como a la integración del oriente y occidente cuando Ñuflo de Chávez fue nombrado gobernador de Moxos, anexión que se fortaleció en los siglos coloniales con la autoridad centralizadora de la Real Audiencia de Charcas.
Bolivia tiene una superficie de 1.098.581 Km2, la mitad de lo que tuvo al nacer. Hoy posee dos veces más que España, tres veces más que Japón, Italia o Alemania, el doble de la de Francia, y 12 veces más que los Emiratos Árabes Unidos.
Limita al norte y al este con Brasil, al sur con Paraguay y Argentina, y al oeste con Chile y Perú. Es, junto con Paraguay, uno de los dos países de Sudamérica sin litoral.
La independencia de la República de Bolivia fue proclamada definitivamente el 10 de julio de 1825 en un Congreso celebrado en Chuquisaca con la participación de 7 representantes de Charcas, 14 de Potosí, 12 por La Paz, 13 por Cochabamba y 2 por Santa Cruz. Convocada la Asamblea Deliberante en Chuquisaca, el 9 de julio de 1825, determinaron la completa independencia del Alto Perú bajo la forma republicana, por soberanía de sus hijos. Finalmente, el presidente de la Asamblea José Mariano Serrano, junto a una comisión, redactó el "Acta de la Independencia" que está fechada el 6 de agosto de 1825, en honor a la Batalla de Junín ganada por Bolívar.
El acta de independencia, redactada por el presidente del Congreso, José Mariano Serrano, en su parte expositiva dice en tono vibrante: “El mundo sabe que el Alto Perú ha sido en el continente de América, el ara donde vertió la primera sangre de los libres y la tierra donde existe la tumba del último de los tiranos. Los departamentos del Alto Perú, añade en su parte resolutiva, “protestan a la faz de la tierra entera, que sus resolución irrevocable es gobernarse por sí mismos.”
Bolívar y Bolivia Mediante un decreto se determinó que el nuevo Estado llevaría el nombre de Bolívar, en homenaje al Libertador. Bolívar agradeció estos honores, pero declinó la aceptación de la Presidencia de la República, para cuyo cargo designó al general Antonio José de Sucre. Pasado un tiempo se volvió a debatir el nombre de la joven nación, y el diputado potosino llamado Manuel Martín Cruz, dijo que al igual que de Rómulo viene Roma de Bolívar vendrá Bolivia.
Bolívar no aceptaba de buen grado la independencia de Bolivia, debido a que le preocupaba que por su posición afrontaría futuras guerras, temores que después se cumplieron.
En 1826 el libertador Simón Bolívar otorgó al país la primera Constitución, que fue aprobada por el Congreso de Chuquisaca. Antonio José de Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho, fue elegido Presidente de la República de Bolivia.
Desde los inicios de su existencia como nación independiente, Bolivia se sumergió en un estado casi crónico de revoluciones y guerras civiles, y durante los siguientes 50 años los intervalos de estabilidad política fueron breves e infrecuentes. En 1837 Bolivia se unió al Estado Nor-Peruano y al Estado Sud-Peruano para formar un nuevo Estado, la Confederación Perú-boliviana, que desapareció dos años después, en 1839, por la oposición y declaración de guerra de la Confederación Argentina, Chile y un ejército de restauradores y peruanos. En 1839 la batalla de Yungay define la disolución de la Confederación Perú-Boliviana.
La salida del Mariscal Sucre de Bolivia y la presión del Gral. Agustín Gamarra que tras invadir el país pretendía la anexión de Bolivia al Perú, abrió un tiempo complejo y altamente inestable en el país en el periodo abril de 1828-mayo de 1829.
Andrés de Santa Cruz llegó a Bolivia en mayo de 1829 y el 24 de ese mes fue posesionado como Presidente constitucional de Bolivia. Con esta decisión, la tensión entre el Gral. Agustín Gamarra y Santa Cruz, que reflejaba la posición anexionista del Perú (Gamarra) y la integracionista de Bolivia (Santa Cruz) se resolvería por el segundo camino.